Por la panamericana, de Managua a Estelí, en mi último fin de semana, hago balance de mi viaje. Voy solo, me apetece estar solo, pensar, no depender, dedicar solo a mi los últimos momentos en este país, quizás para siempre, quizás no, quien sabe, aún quedan muchos colores en el mapamundi politico que suscitan demasiada curiosidad.
En Nicaragua uno no para de conocer historias; ahora mismo acabo de conocer un tipo en la UCA de Managua, Virgilio, excombatiente y excomandante del FSLN, "culpable" con su grano de arena del derrocamiento de la saga de dictadores Somoza. Con muchas balas en su haber y escuchando la fortaleza que le da el haber contribuido a la justicia para el pueblo desde el pueblo, un viaje de taxi que debería de habérseme hecho largo se me hace minúsculo. Y aún me invita a una rodaja de sandía que gustósamente acepto en su compañía.
Es difícil hacer un balance de estos dos últimos meses. Muchas cosas y ninguna... poco tiempo y mucho. La verdad es que la vida aquí ha sido fácil dentro de lo que cabe y eso hace que el tiempo pase rápido y uno se sienta parte en su casa sin dar demasiadas vueltas a la cabeza. Pero ahora, echando la vista atrás, son muchas las cosas que han ocurrido y más las personas encontradas en el camino que resultan imposibles de olvidar con el retorno a la vuelta de la esquina. Vine aquí con el objetivo de descansar la cabeza, conocer y ayudar. Creo que lo he conseguido, de mayor a menor respectivamente. Tanto he descansado que a excepción de personas muy muy cercanas, no me he acordado para nada de la vida que hacía hasta hace 2 meses. Digamos que en ese sentido estoy en el punto de partida que quería para Septiembre.
En los otros dos, he cumplido pero siento que me sobran fuerzas y me falta tiempo para más. Cooperando no da demasiado tiempo a viajar, si bien he aprovechado cada minuto libre que me lo permitía. Y en cuanto a echar un cable aquí, la verdad, o se viene con algo muy definido (o ni aún así) o dos meses, por mucho que parezca, no dan para apenas nada. Cumplo porque creo que a tres chavales les he hecho la vida un poquito más fácil estos dos meses, y la satisfacción que supone que te lo agradezcan no tiene precio... pero hay demasiado que hacer en estos lares y la solución no es tan fácil ni sé hasta qué punto un concepto como ONG tiene que intentar buscar soluciones a todos los problemas que existen... o se resuelven algunos desde los propios estados o se acabarán creando barrios, pueblos o estados ONGDependientes.
En cualquier caso, el equilibrio entre conocer el país bien conocido y ayudar, es imposible, pero no puedo culparme ni engañarme, el uno sin el otro tampoco hubieran tenido sentido.
Toca volver a casa y empezar una nueva vida dentro de la vida de siempre; seguir eligiendo senderos tras un alto en el camino para tomar un respiro, con la tranquilidad de la compañía de quienes ahora me acompañan y espero sigan haciéndolo.
Sólo queda una tarea pendiente; encontrar la forma de seguir conociendo lugares tan especiales como Nicaragua porque por muchos quehaceres que haya en la vida, hay pocos placeres como conocer diferentes lugares remotos, con sus entornos, culturas y gentes. Como una droga inocua que no se puede dejar de tomar y cada día engancha más, y más,... Y MÁS.
Agur ta mila esker Nicaragua.
-------
Parto en tres días y son muchas, demasiadas, las cosas que he dejado sin contar en este Blog. Trataré de hacerlo poquito a poco una vez ya esté en casa por si a alguien pudieran interesarle... y sino, símplemente porque me apetece y necesito sacarlo de dentro y dejarlo aquí como recuerdo. Muchas gracias a todos los que me habéis seguido y más aún a los que me habéis respondido arrancándome una sonrisa desde el otro lado del charco.