domingo, 30 de agosto de 2009

Con un pie al otro lado del Atlántico...

Por la panamericana, de Managua a Estelí, en mi último fin de semana, hago balance de mi viaje. Voy solo, me apetece estar solo, pensar, no depender, dedicar solo a mi los últimos momentos en este país, quizás para siempre, quizás no, quien sabe, aún quedan muchos colores en el mapamundi politico que suscitan demasiada curiosidad.

En Nicaragua uno no para de conocer historias; ahora mismo acabo de conocer un tipo en la UCA de Managua, Virgilio, excombatiente y excomandante del FSLN, "culpable" con su grano de arena del derrocamiento de la saga de dictadores Somoza. Con muchas balas en su haber y escuchando la fortaleza que le da el haber contribuido a la justicia para el pueblo desde el pueblo, un viaje de taxi que debería de habérseme hecho largo se me hace minúsculo. Y aún me invita a una rodaja de sandía que gustósamente acepto en su compañía.

Es difícil hacer un balance de estos dos últimos meses. Muchas cosas y ninguna... poco tiempo y mucho. La verdad es que la vida aquí ha sido fácil dentro de lo que cabe y eso hace que el tiempo pase rápido y uno se sienta parte en su casa sin dar demasiadas vueltas a la cabeza. Pero ahora, echando la vista atrás, son muchas las cosas que han ocurrido y más las personas encontradas en el camino que resultan imposibles de olvidar con el retorno a la vuelta de la esquina. Vine aquí con el objetivo de descansar la cabeza, conocer y ayudar. Creo que lo he conseguido, de mayor a menor respectivamente. Tanto he descansado que a excepción de personas muy muy cercanas, no me he acordado para nada de la vida que hacía hasta hace 2 meses. Digamos que en ese sentido estoy en el punto de partida que quería para Septiembre.

En los otros dos, he cumplido pero siento que me sobran fuerzas y me falta tiempo para más. Cooperando no da demasiado tiempo a viajar, si bien he aprovechado cada minuto libre que me lo permitía. Y en cuanto a echar un cable aquí, la verdad, o se viene con algo muy definido (o ni aún así) o dos meses, por mucho que parezca, no dan para apenas nada. Cumplo porque creo que a tres chavales les he hecho la vida un poquito más fácil estos dos meses, y la satisfacción que supone que te lo agradezcan no tiene precio... pero hay demasiado que hacer en estos lares y la solución no es tan fácil ni sé hasta qué punto un concepto como ONG tiene que intentar buscar soluciones a todos los problemas que existen... o se resuelven algunos desde los propios estados o se acabarán creando barrios, pueblos o estados ONGDependientes.

En cualquier caso, el equilibrio entre conocer el país bien conocido y ayudar, es imposible, pero no puedo culparme ni engañarme, el uno sin el otro tampoco hubieran tenido sentido.

Toca volver a casa y empezar una nueva vida dentro de la vida de siempre; seguir eligiendo senderos tras un alto en el camino para tomar un respiro, con la tranquilidad de la compañía de quienes ahora me acompañan y espero sigan haciéndolo.

Sólo queda una tarea pendiente; encontrar la forma de seguir conociendo lugares tan especiales como Nicaragua porque por muchos quehaceres que haya en la vida, hay pocos placeres como conocer diferentes lugares remotos, con sus entornos, culturas y gentes. Como una droga inocua que no se puede dejar de tomar y cada día engancha más, y más,... Y MÁS.



Agur ta mila esker Nicaragua.

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Parto en tres días y son muchas, demasiadas, las cosas que he dejado sin contar en este Blog. Trataré de hacerlo poquito a poco una vez ya esté en casa por si a alguien pudieran interesarle... y sino, símplemente porque me apetece y necesito sacarlo de dentro y dejarlo aquí como recuerdo. Muchas gracias a todos los que me habéis seguido y más aún a los que me habéis respondido arrancándome una sonrisa desde el otro lado del charco.

miércoles, 26 de agosto de 2009

En Nicaragua...

EN NICARAGUA la lengua de Cervantes tiene sus matices...

En Nicaragua no se le da una paliza a alguien… se le TURQUEA.
En Nicaragua la gente no tarda… se DILATA (y mucho).
En Nicaragua no hay resacas… hay GOMAS.
En Nicaragua no hay diferencia entre C,S y Z… todos son una misma cosa.
En Nicaragua no existen los árboles… no qué va… existen los PALOS (y sí, a nuestros palos también se les llama palos).
En Nicaragua no hay niños pequeños… hay CHIGÜINES… y si son algo más mayores entonces son CHAVALOS.
En Nicaragua no se viste uno de fiesta… sino que DOMINGUEA.
En Nicaragua el equivalente a “de nada” es A LA ORDEN (me encanta).
En Nicaragua la comida no se empana… si acaso se EMPANIZA.
En Nicaragua los toros no llevan cuernos… llevan CACHOS.
En Nicaragua no se tutea absolutamente a nadie, todos somos USTEDES… hombres, niños y mujeres.
En Nicaragua no se estropean las cosas... se FRIEGAN.
En Nicaragua las personas no “la cagan”... la FRIEGAN.
En Nicaragua no existen sandalias ni chancletas… existen CHINELAS.
En Nicaragua cualquier recipiente susceptible de poder transportar agua… recibe el peculiar y con sonido euskaldun nombre de PITXINGA.
En Nicaragua no existen pateras ni lanchas… existen PANGAS.
En Nicaragua se llama la atención con un “¡VOS SOS CABALLO!

…y tantas cosas más…

En Nicaragua… todo es imprevisiblemente diferente, todo es NICA… no se habla, se PLATICA.

viernes, 14 de agosto de 2009

Viajar...

X cortesía de María:

Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar;
volar conociendo otras ramas
recorriendo caminos
es intentar cambiar.

Viajar es vestirse de loco
es decir "no me importa"
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.

Viajar en sentirse poeta,
escribir una carta,
es querer abrazar.
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma
es dejarse besar.

Viajar es volverse mundano
es conocer otra gente
es volver a empezar.
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte,
es sentir soledad.

Viajar es marcharse de casa,e
s vestirse de loco
diciendo todo y nada en una postal.
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.


Gabriel Garcia Marquez

jueves, 6 de agosto de 2009

San Juan del Sur y Playa Maderas

Después de la descripción de la ONG, no es plan de aburrir. Los fines de semana pasan, no hay tiempo que perder para seguir visitando, y ya debo dos así que me pongo con el fin de semana de hace un par de semanas.

Autobús a San Juan del Sur

Esta vez toca San Juan del Sur, en el suroeste de Nicaragua, bañado por el pacífico, lugar en teoría más turístico de Nicaragua (por lo que aquí se entiende por turismo, no imaginéis un Benidorm ni de lejos). El caso es que esta zona del pacífico es muy famosa por las olas de sus playas (y las playas también) y hasta aquí se mueve un montón de turismo surfero-hippie por ello. Total, que como no, nos movemos hasta allí en transporte público (¡la pela del “parado”!) que siempre tiene más gracia y llegamos de noche allí. Alojamiento esta vez… Hospedaje Wilfredo. Lo básico aunque con cama de matrimonio para cada uno. Un poco caro quizás (6$... 5€ aprox.) supongo que debido a este turismo que os comento. No hay las mismas ganas de fiesta que en León, pero lo intentamos. El caso es que el rollo surferito reggetonero, nuestro cansancio y el turismo sexual a la vista nos quitan las ganas y acabamos pronto en la cama.

Entrada a una de las coloridas casa de SJdS

Sábado… desayuno nika-frutero, café nikaguado y a conocer San Juan un poquito antes de huir hacia las playas paradisíacas del Pacífico cercanas. En nuestro caso elegimos la Playa Maderas, pero la cantidad de playas interesantes es enorme… ojalá el finde fuera más largo! La verdad es que San Juan, no tiene nada excepto colorido en alguna de sus calles y ambiente surfero para el que le guste. La playa… nada del otro mundo, demasiado explotada por la ciudad… me ahorro las fotos (o la única que hice). La meteo tampoco ayuda.

Reparación de tablas de Surf

Niño comiendo sandia en SJdS

A las 14:00 ya llegamos a nuestro destino playero, en busca de un camping cercano y recomendado en el cual, no nos queda sitio. A muy poco metros de la arena encontramos otro, Hospedaje Don Martin… caro para ser aquí (10$) pero muy buen trato, limpio y buena comida. María y yo gastamos la tarde recorriendo las playas cercanas. Oleaje increible, paraiso inolvidable, cangrejos por todas partes, naturaleza virgen, tranquilidad absoluta, buena compañía, cervezas frías,… ¡poco más se puede pedir!

Uno de los miles de cangrejos entrando a su madriguera

Expectantes esperamos a la puesta de sol a las 18:00, mítica puesta de Sol por el mar con sol naranja gigante, pero nuevamente un cielo lleno de nubes nos priva de ver una maravilla más. Aún así, lejanos huecos entre nubes nos dejan disfrutar un poco del momento. Para cenar, compartimos mesa con unos catalanes, muy buena gente, perdidos por aquí un poco de la misma manera.

Inicio de puesta de sol

A la mañana siguiente… nos levantamos… ¡increible! ¡Buen tiempo! Así que para la playa directos… y entonces flipamos; una de esas míticas tortugas gigantes de los documentales, recorriendo la cuesta arenosa de la playa hacia el oleaje, tras haber pasado desovando toda la noche. Esta zona es muy típica para el desove de las tortugas gigantes estas. De echo se organizan salidas (muy caras) a lugares donde hay mayor probabilidad de verlas para quedarte toda la noche linterna en mano esperando el momento en el que aprezca un grupo de tortugas (si llega, que puede que no). Ahora es el comienzo de la temporada. Nosotros tuvimos la suerte de verla ya de día, porque suelen hacer todo el proceso de noche, en una playa que no era la más tipica y una época que tampoco era la época punta. Para quitar el hipo… por supuesto no tenía la cámara en ese momento y no pude fotografiarlo, sólo puedo mostrar la foto que saqué minutos después con sus huellas, camino del mar:

Rastro de la Tortuga Gigante

Durante el día, más paseos por la zona (no hay más que playas una detrás de otra y en la selva no te puedes adentrar), dosis de sol y quemaduras correspondientes en la espalda y ejercicio físico contra las pedazo de olas. La verdad es que ayuda a desconectar más si cabe. Da un rato para pensar en dónde se encuentra uno y la suerte que tiene de poder estar disfrutándolo… y también da para pensar que es un fin de semana menos en el que ver una cosa más y que el tiempo, cuando tienes la sensación de que lo aprovechas… pasa deprisa… muy deprisa.

Playa hacia un lado...

... hacia el otro